El alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, afirmó hoy que es "grave" que algunos de los delegados de las FARC en las negociaciones con el Gobierno colombiano visitaran una población civil el pasado jueves acompañados de una escolta porque "mezclaron política y armas".

"Este escenario rompe un principio fundamental de este proceso (de paz) y es que no queremos mezclar más armas con política", afirmó Jaramillo en el Consejo Nacional de Paz, según recoge un comunicado de su despacho.

El pasado jueves el jefe negociador de las FARC, alias Iván Márquez, y otro delegado en La Habana, alias Joaquín Gómez, visitaron la aldea de Conejo, que hace parte del municipio de Fonseca, en el departamento de La Guajira (norte), donde participaron en un acto público y fueron escoltados por un grupo de guerrilleros fuertemente armado.

En este sentido, Jaramillo señaló hoy que el hecho es que "las FARC estaban con la población" con una escolta armada, "dando su visión sobre el proceso" de paz y planteando sus propuestas "como la asamblea constituyente e involucrando a la población civil de una manera que la pone en riesgo".

"Va a llegar el momento donde eso sea posible, pero no de esa manera, no así", agregó.

Los delegados de las FARC habían sido autorizados a visitar Colombia (las negociaciones se llevan a cabo en Cuba) para explicar el proceso de paz a los guerrilleros, si bien no estaban autorizados a tener contacto con la población civil.

Jaramillo señaló que "las FARC tienen una enorme necesidad de explicarles a sus hombres y mujeres para dónde va el proceso" y agregó que el Gobierno ha estado de acuerdo con eso y les ha dado "apoyo a estas operaciones".

"Pero lo que pasó la semana pasada es inaceptable, se salió de todo el esquema para estas visitas", concluyó.

El funcionario estuvo acompañado en el Consejo Nacional de Paz por el ministro de Justicia, Yesid Reyes; el viceministro de Hacienda, Andrés Escobar, y el presidente de la Federación Nacional de Personeros (Fenalper), Andrés Santamaría.

EFE